En este mes de mayo, el más mariano del año, nos juntamos en la parroquia
San Eugenio de Navas del Rey para llevar a cabo nuestra OCEO, esta vez con
la mirada puesta en la Virgen.
La oración comenzaba con la bienvenida de don Ginés al arciprestazgo más
lejano de la Sede, que en este caso nos servía de anfitrión. Un momento para
agradecer el trabajo y la disposición de la delegación de llevar esta oración con
el obispo hasta todos los rincones de la diócesis.
La parte central de la oración fue el Santo Rosario, en el que se pidió por
diversas intenciones y colectivos, para que fueran “todo, sólo y siempre de
María”. Don Ginés aprovechó la ocasión para dedicarnos unas palabras, en las
que destacó el valor de la ternura y maternidad de la Virgen María. Al igual que
para Cristo, en su propia Pasión, María aporta momentos de dulzura, también
puede hacerlo en medio de nuestras dificultades. Igualmente nos invitó a tener
a la Virgen como gran ejemplo, ser como ella, aportando belleza y esperanza
en los momentos complicados que sufren los de nuestro alrededor. En esta
OCEO del mes de mayo, nos encomendamos especialmente a Ella, bajo la
advocación de Nuestra Señora de la Visitación para encomendar también así la
inminente JMJ de Lisboa.
Para terminar la OCEO, tuvimos una estupenda barbacoa que todos los
asistentes disfrutamos mucho. Un lugar de encuentro y disfrute para todos los
jóvenes venidos de diferentes puntos de la diócesis. ¡Gracias a la Parroquia
San Eugenio de Navas por tanta hospitalidad!